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   Ortoepia e Ortografia
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   él un oficial, un f/eneral, y por ultimo, bajo el imperio, un mariscal de Francia. Estando muy des-contento de su lii./o, cuya conducta dejaba muc/io que desear, un dia estaba diri^iéndole amargos reproches, y entre otras cosas le di.j'o : « Tu no haces casos de mis consejos ni recon-venciones, diriase que te crees supei'ior a tu padre». «iEs muy posible », respondió el mal mozo, « corno que mi padre era hijo de un pobre molinero y yo soy hijo de un rico mariscal de Francia ».
   Un maestro de escuela, gueriendo un dia ex-plicar a sus discipulos la forma de la tierra, la comparò con su tabagwera, la cual era redonda. Pocos dias después presentóse en la escuela un inspector, y, segun costumbre, dirif/ió algunas preguntas a los escolares, entre otras les pidió cual era la forma de la tierra. Todos permane-cieron silenciosos. El maestro, a fin de refrescar la memoria de los muc/iac7ios, sacó la taba-que ra del bolsi Ilo, pero desdic7iadamente, para hacer lionor al inspector, habia traido aquel dia una tabaquera de piata que no usaba mas que los domingos, la cual era cuadrada. Immediatamente un discipulo levantó la mano para indicar que él sabia la respuesta, y dijo : « Senor, la tierra es cuadrada los domingos y redonda los demàs dias de la semana ».