SOBRE EL QUIJOTISMO
   41
   Brunetière al respecto — no puede hacerse bien no ha-biendo pasado por Lutero y por su concepción, profun-damente anti-intelectualista, de la fe. Mèntras se crea, con los católicos, que la fe es la adhesión de la razón a un principio lògico abstracto, no cabra la fe pura, la que forma, deforma, reforma y trasforma los dogmas, alimen-tàndose de ellos pero deshaciéndolos.
   No, Sancho Panza no es católico. Y, si lo parece es porque ignora la dogmàtica. Sancho Panza comulga una vez al ano, ó antes si le fuere menester, corno se le aconseja, pero es que su instinto materialista, de un materialismo idealista, le pide ver, tocar y hasta gustar y digerir à su Dios. Necesita a Dios materializado para creer en El, y cree en la Eucaristia sin saber lo que quieren decìr presencìa reale, simbolo y demàs termina-chos teológicos. Si le explicaran todo eso de la sustancia del cuerpo de Jesucristo y de la transustanciación y que la sustancia puede separarse de los accidentes y demàs sutilezas escolàsticas dejaria de creer en la eucaristia. Porque Sancho Panza, aunque muy materialista, es kantiano sin saberlo, y eso del realismo llamado vulgar es menos vulgar que se cree. Sancho Panza no sabe ni que es sustancia ni que es accidente.
   Y asi le pasa con todos los dogmas. Los aprovecha cuando se los dan en formas de ètica ó de estética, y los ignora en lo demàs.
   Dice usted que no me espanto de las santas locu-ras del misticismo. Y cómo voy à espantarme de ellas ? Elias fueron lo que nos impidió morir del todo espiritualmente ; gracias à ellas, que circulan por debajo del triste, rigido y seco catolicismo teològico, vive aun nuestro pueblo vida espiritual. Entre San Juan de la Cruz y Santo Tomàs preferiremos siempre aquel, y siempre San Francisco de Asis à cualquier doctor.
   Creo mas y es que si la Inquisición no hubìera ahogado la obra de nuestra mistica, y està, que dio tan nobles y puras flores en Santa Teresa, Fr. Juan de los Angeles, S. Juan de la Cruz y otros, hubiera dado