Stai consultando: 'Leonardo Rivista d'idee', Anno 1907

   

Pagina (50/361)       Pagina_Precedente Pagina_Successiva Indice Copertina      Pagina


Pagina (50/361)       Pagina_Precedente Pagina_Successiva Indice Copertina




Leonardo
Rivista d'idee

1907, pagine 326

Digitalizzazione OCR e Pubblicazione
a cura di Federico Adamoli

Aderisci al progetto!

   
[Progetto OCR]




[ Testo della pagina elaborato con OCR ]

   .44
   LEONARDO
   se despierta con fuerza el de perpetuación, el amor, y el hombre aspira à otro mundo. y aun dentro del ham-bre, dentro de la vida sensitiva individuai, no late y se agita el amor, la vida sentimental y social ? Creo que si.
   Y està vida mas alta es la que hay que despertar y reducir los problemas de hambre a problemas de amor, las cuestiones de estómago à cuestiones de corazón. Y entonces estàn resueltas con sólo trasferirlas de campo, porque el amor y el corazón lo resuelven todo, pues para ellos no hay relacìones de inconmensurabilidad. Como no se sirven de la logica sino de la cardiaca, lo resuelven todo.
   Y està es la gran lección que nos da Don Quijote. quien lo resolvia todo con el corazón y asi nos creò un mundo nuevo. El sofió un mundo corno debe ser y no corno es. Se le llamó loco porque los pòbres esclavos del mundo creen que este, el mundo, no puede ni debe ser si no corno es. y sin embargo.el mundo progresa y deja de ser corno es para acercarse a corno debe ser. Y son los hombres cordiales, encendidos en amor, los que con vision que atraviesa el futuro ven lo que el mundo ha de ser, es decir, lo que debe ser. Hay positivistas (?) que dicen: las cosas son corno son y no deben ser de otro modo. Pero las cosas dejan de ser corno son, cam-bian, y cambian para ir aproximàndose à corno deben ser. El progreso es una marcha al ideal ; el fondo de toda evolución es un resorte moral.
   Y Nuestro Sefior Don Quijote sonò el mundo que debe ser, el de la sinceridad y el desinterés y el arrojo y el amor à la gloria. Y lo sofió proque fué el mundo mismo el que por mediación de él, corno de su òrgano sublime, se sonaba mejor. Y hasta los que le trataban de loco se enamoraban y prenderban de él, porque el fondo de locura de todos ellos, su. raiz en el porvenir, les hacia sentir en el noble Caballero de la Fe el Heraldo de un mundo Y à todo eso le llevó al Caballero su amor, su grande amor, que es lo que nos abre las puer-tas del mundo superior.